#ElManifiestoNoticias | Locales denuncian que han sido desplazados por empresarios que buscan beneficiarse de la gentrificación de Oaxaca.
En medio de denuncias por el desplazamiento causado por la gentrificación en Oaxaca, un influencer ha desatado polémica al compartir un video en el que muestra su sorpresa al adquirir un vaso de atole por 70 pesos, un precio considerablemente más alto que el ofrecido por los vendedores
El video, publicado por el influencer Fer Solis en su cuenta de TikTok, muestra su entusiasmo al adquirir un vaso de atole por un precio de 70 pesos en un establecimiento en Oaxaca. Este hecho ha generado críticas por parte de los usuarios, quienes señalan que los vendedores locales ofrecen el mismo producto a un precio mucho más bajo, generalmente por debajo de los 30 pesos.
Gentrificación en Oaxaca desplaza a pequeños comerciantes
La gentrificación en Oaxaca ha sido un fenómeno social y económico que ha afectado profundamente a la comunidad y a los comerciantes locales. Este proceso, caracterizado por el aumento de los precios de la vivienda y la llegada de nuevos residentes con mayor poder adquisitivo, ha provocado desplazamientos y cambios significativos en el tejido social y económico de la ciudad.
Uno de los efectos más evidentes de la gentrificación ha sido el aumento de los precios de la vivienda y el alquiler, lo que ha obligado a muchos residentes de bajos ingresos a mudarse a zonas más alejadas del centro de la ciudad. Esto ha generado problemas sociales como la segregación y la exclusión.
Además, la gentrificación ha tenido un impacto en el mercado laboral y la economía local, con la proliferación de empleos precarios y mal remunerados en el sector turístico. Asimismo, ha provocado la pérdida de identidad cultural y la homogeneización del espacio urbano, con la desaparición de pequeños negocios y servicios tradicionales.
La publicación del influencer ha generado un intenso debate en redes sociales, con algunos usuarios argumentando a favor de los altos precios como una oportunidad para promover la gastronomía local y mejorar el servicio de alimentos en lugares turísticos, mientras que otros critican la explotación de los visitantes y el impacto negativo en los comerciantes locales.
