El Clásico
- A los rojiblancos sólo les queda la liga, pero los cremas aún tienen dos torneos.
Vaya susto que le metió Chivas al América el pasado miércoles en el Azteca. Estuvo a un gol de empatar la serie y los azulcremas no daban crédito.
Después, el autogol y lo que usted ya sabe de cómo terminó la eliminatoria.
Fernando Gago se estaba jugando la chamba y hay quienes decían que, si hubiera perdido feo, no habría llegado al partido de hoy.
El estratega argentino salió bien librado, a pesar de la eliminación de un torneo que hacía ilusión por la clasificación al Mundial de Clubes de la FIFA.
Y es que todos nos quedamos con la duda de cuál es el verdadero Guadalajara. El que perdió de forma humillante la ida o el que ganó la vuelta.
Algo podríamos responder esta noche con el tercer clásico en diez días.
Chivas dejó en claro que puede competir con base en un gran esfuerzo físico y de desgaste. Así los rojiblancos pueden pelear con cualquiera
Y del América, decir que son muy poderosos, que tuvieron una mala noche el miércoles, pero que hoy saldrán con todo para cobrarse la del Azteca.
Mientras a los rojiblancos solamente les queda la liga, a los cremas les quedan dos torneos. Es por eso que hoy el equipo local tiene que aprovechar las circunstancias para derrotar al América, sanar un poco las heridas y ver hacia adelante en el campeonato.
América jugará con lo mejor que tiene, se los puedo asegurar. Y Chivas, que tiene bajas por suspensión, deberá reorganizarse para intentar ganar los tres puntos.
Hoy el estadio debería llenarse si no sucede algo extraño. El clásico sigue siendo un partido muy atractivo, lleguen como lleguen los equipos. Y en Guadalajara la actuación del miércoles volvió a dar ilusión.
En cuanto al América, hay que decir que traen un calendario bastante pesado y que el de hoy lo deben jugar con un cuchillo entre los dientes.
Ojalá que el clásico cumpla con las expectativas que tenemos. Que sea un buen partido, que el arbitraje no pese y que los dos equipos se brinden al máximo.
La nación Chiva se ilusiona y la gente amarilla confía ciegamente en sus jugadores. Yo veo un partido muy parejo y de pronóstico reservado.
Que sea un gran clásico y que no nos decepcionen.
por André Marín Puig