#ElManifiestoNoticias | La amenaza de mandar los miles de elefantes surge a raíz de la propuesta del ministerio de medio ambiente de Alemania de regular la importación de trofeos de caza de animales
En medio de un acalorado debate sobre la conservación ambiental, el presidente de Botswana, Mokgweetsi Masisi, lanzó una controvertida amenaza hacia Alemania: enviar 20 mil elefantes al país europeo.
La disputa surge a raíz de la propuesta del ministerio de medio ambiente de Alemania de regular la importación de trofeos de caza de animales, una medida que ha desatado la indignación del mandatario africano.
Miles de elefantes
El presidente Masisi argumenta que la caza de elefantes es crucial para mantener un equilibrio ambiental en Botswana, donde la población de estos animales ha crecido de manera exponencial, alcanzando cerca de 130 mil individuos, un tercio de la población mundial de elefantes.
Según Masisi, la sobrepoblación de elefantes en Botswana está provocando estragos en las propiedades, dañando cosechas y poniendo en riesgo la seguridad de los residentes locales. En un intento por controlar la situación, Botswana había donado previamente miles de elefantes a países vecinos como Angola y Mozambique.
Sin embargo, los grupos defensores de los animales han condenado la caza de trofeos, considerándola cruel e inmoral. Alemania, según un informe de 2021 de la Humane Society International, es uno de los mayores importadores de trofeos de caza en la Unión Europea.
La situación se complica aún más por la postura de Botswana, que levantó la prohibición de la caza en 2019, país que asegura que esta práctica proporciona ingresos económicos y desalienta la caza furtiva.
Incluso, ha considerado utilizar elefantes como alimento para mascotas.
Alemania tranquila
En cuanto a la respuesta de Alemania, un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente en Berlín ha afirmado que Botswana no ha planteado oficialmente ninguna preocupación sobre el asunto. Sin embargo, el ministerio sigue en conversaciones con los países africanos afectados por las normas de importación, incluido Botsuana.
Esta controversia no es única en el mundo. Varios países, como Australia, Francia y Bélgica, han prohibido el comercio de trofeos de caza. En el Reino Unido, el parlamento votó a favor de una prohibición similar en marzo, aunque la legislación aún debe ser revisada.
Mientras tanto, Botswana y sus vecinos, Zimbabue y Namibia, argumentan que se les debería permitir vender sus reservas de marfil para obtener ingresos adicionales. Sin embargo, esta propuesta ha enfrentado una fuerte oposición de países de África Oriental y grupos defensores de los derechos de los animales, quienes temen que fomente la caza furtiva.
Animalistas aseguran que el conflicto entre Botswana y Alemania muestra los desafíos de encontrar un equilibrio entre la protección de los animales y las necesidades económicas de las naciones.